Si viviera un cuento de hadas no sería el
príncipe
pues es un papel aburrido.
Debes ser bueno y vivir feliz para
siempre,
sin disfrutar de los placeres mundanos
como la soledad,
o esperando una hadita que me traiga una
princesa,
quitando la emoción de mojar la
entrepierna de una doncella solamente con mis letras.
Me hubiera dado cuenta de la reina que
buscaba halagos en un espejo mágico porque su luz era de papel,
que la verdadera Blancanieves no fue
envenenada con una manzana sino con mentiras porque no soportaba que brillara
más y mejor,
no por su juventud sino por la
transparencia de su alma.
Tal vez sería un cazador, pero no de
animales,
sino de melodías nocturnas que inspiren
corazones
a ser rebeldes y romper las páginas de
los estúpidos estereotipos que los cuentos traen…
