En una noche oscura,
fuimos presos por la pasión
y aunque nuestros cuerpos ni se rozaron
el clímax nos abrazó.
El deseo nos liberó de ataduras,
el destino sentimientos nos entregó,
nuestras mentes lejos de corduras
a un paraíso nos llevó.
Crece en las noches la llama
sin saber que nombre poner
que el corazón nos reclama
cuando lo podremos conocer...
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