La noche, cobija los deseos mortales,
la luz de un astro comienza a brillar,
recuerdos de uniones furtivas atrapan los sueños
de cuerpos que desean volverse a incendiar...
No es un deseo, no es pasión,
son dos momentos de eterna explosión,
grabados en la mente, tal vez sensación,
tatuados en la piel de los amantes sin olvido.
Distancia de cuerpos, no impiden la unión,
Morfeo cobija nuestra pasión,
Nix asombrada de tanto sudor,
sueños eternos, nuestro rincón,
cumpliendo promesas de almas atadas
no con cadenas, no con amarras
solo el deseo perdura en los dos.
En el crepúsculo se desvanece un bizarro sueño,
ResponderEliminaren el que cae el sudor de dos almas atrapadas
en la linfa tornasolada, transparente y pura
del murmullo de un ósculo con frenesí.
En el cuarto creciente de la pasión
se encuentran los cuerpos en un solo corazón,
la mente evoca momentos de quietud
cuando el éxtasis ha quedado envuelto en sudor.
En cuarto menguante la distancia entre las promesas,
palabras que emitieron dos eternos apasionados
sin eco y sin llegada,
hasta siempre recordando, hasta siempre anhelando.