viernes, 16 de octubre de 2015

Aullido I

Cada huella crea una marca en el lodo,
un rastro para quien lo quiera hallar,
un último aullido mudo.
El fango se pega,
estorba su andar
duele más que las heridas de batallas pasadas.
Se siente sucio,
la miasma que los de dos patas crean
lo empieza a tocar,
esos hilos de títeres que ellos suelen desear,
lo quieren atar
Se quiere alejar...
sus blancos amigos demuestran lo que su mente conoce,
su hocico percibe el hedor que produce esas sombras en la oscuridad,
sus ojos cansados ven el aroma oscuro,
llega, conquista la parte más alta de la noche,
y esa sonrisa espesa muestra el final.

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