Es el momento de avanzar,
no se mira atrás aunque queden castillos de cristal,
se abandona la fantasía de estar mirando el espejo de la noche,
ya la estepa está sumida en la oscuridad.
Los astros juegan con el placer,
el mundo les entrega nuevas experiencias,
el viejo lobo se refugia en su soledad
atravesando la espesa niebla,
ya no hay miradas ni aullidos,
solo las cenizas en la cueva de Nix,
Morfeo renunció a la utopía de jugar a ser creador.
Cualquier estrella se convierte en sol,
cualquier luz quita un poco de oscuridad,
mas lo sublime de la ambrosía dada por la sinceridad
nunca será lo mismo si no existe la divinidad.
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