No es tu juventud,
no es tu belleza,
es la forma como siendo mujer
te conviertes en princesa.
Es alegría y dedicación,
pero sobretodo
la ternura de tu corazón,
la que ilumina mis días
dándome comprensión.
Eres madre, amiga, hermana,
no importa lo que hagas,
eres el ser perfecto de la creación
esposa, novia, o amante
la que acompaña sin razón
la locura de un corazón.
Gracias a Dios por premiar
al hombre sin merecer
una compañera para amar
y todo poder entregar.
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